La estancia fue bella. Las instalaciones son de primer nivel, la atención es excelente y hay algunos empleados que hablan español. Prestan gratis raquetas de nieve y trineos, y tienen lugares cálidos para descansar.
Los igloos son hermosos y cálidos. Pudimos ver una aurora, pero la alerta no sonó, sino que nosotroa estuvimos alertas. Eso provocó que no pudiéramos dormir bien esa noche. Además, una luz interna no funcionaba. Fuera de eso, el igloo es súper cómodo y bonito. No dan ganas de salir.
Por otra parte, las habitaciones de hielo son increíbles y divertidas. Es toda una experiencia dormir ahí. Se siente mucho frío estando dentro, pero para dormir dan sleeping bags muy cálidos que hicieron que durmiera excelente. Como llegamos temprano, pudimos escoger la habitación que más nos gustó. Por otra parte, la comida del restaurante es buena, pero excesivamente cara. Prepárense para pagar €70.00 por un menú de 3 tiempos sencillo.