Reseña sobre mi segunda estancia en el Hotel Emporio
Antes del huracán, el hotel se encontraba en muy buenas condiciones. En mi primera estancia quedé con una excelente impresión en cuanto a las instalaciones, las habitaciones y la limpieza. Sin embargo, en esta segunda ocasión noté que, aunque el lugar se está levantando pese al caos, aún hace falta bastante mantenimiento.
Por ejemplo, en el balcón había dos sillas bastante deterioradas, que daban la impresión de que podían romperse en cualquier momento. En cuanto a la limpieza, aunque agradezco que fuera diaria, considero que debería ser más profunda. Al revisar debajo de las camas encontré polvo y basura acumulada. También sería útil que se indicara con mayor claridad la ubicación del frigobar, ya que no es fácil localizarlo a primera vista.
Otro detalle fue con las llaves magnéticas: únicamente me entregaron una y dejó de funcionar en cierto momento, lo que me obligó a bajar a recepción para que la cambiaran. Esto resulta incómodo cuando lo único que uno desea es regresar a la habitación sin contratiempos.
Respecto a las áreas comunes, la vista sigue siendo muy agradable, pero las albercas requieren una limpieza más constante. La mayoría del tiempo había arena dentro, lo que refleja poca supervisión de que los huéspedes se enjuaguen antes de ingresar.
Aun con estos puntos de mejora, quiero destacar que el servicio y la atención del personal fueron excelentes desde mi llegada hasta mi salida. En general, considero que