El Hotel, en términos generales bien. Muy limpio y en una ciudad preciosa. El problema vino con el desayuno. Personal colapsado con 5 mesas, y muy poca variedad de productos (El primer hotel en el que el cliente se tiene que hervir él mismo un huevo). La segunda mañana optamos por desayunar fuera, pero igualmente nos lo cobraron. Al reclamarlo, de mala gana nos lo devolvieron (argumentando que nosotros les teníamos que haber avisado de que no nos lo cobraran¿?).
Además, tampoco dieron opción a pagar una parte de la factura en metálico y otra con tarjeta (Para no tener que cambiar francos después), argumentando que "No les iba bien".. pues mire Ud... "a nosotros tampoco..". Vimos poca servitud y profesionalidad en la persona que gestionó el checkout. Tampoco fue capaz de ingresarnos el importe cobrado de más, obligándonosa cambiar aún más importe en metálico. Una pena.. aun esperamos las disculpas..