Ubicación perfecta, a todo los sitios andando, el hotel decorado y con detalles con mucho gusto, el desayuno muy bueno y las cenas en la terraza del hotel con música ambiente, mesas perfectamente montadas, servicio excelente y el menú elaborado.
Los dueños que atienden el hotel son encantadores, pendientes de todo y queriendo agradar. Sin duda volveremos.