Lento check-in. Siendo que llegamos a las 18 horas estuvimos 20 minutos esperando que alguien nos recibiera. No había guardias ni nadie que custodiara la entrada. Mientras esperábamos nos sorprendió el desorden que había en el mesón de recepción. Las hojas con los registros de los demás huéspedes estaban desparramados encima de todo el escritorio. Encontré peligroso que aparte de no haber nadie estuvieran a la vista las hojas con los datos privados de los que estaban alojando (nombre, celular, dirección de origen, carnet de identidad y mails). Una vez que hice mi check-in esperé que mi habitación sería igual de caótica que mi entrada pero me equivoqué. La habitación fue muy buena y el desayuno que te lo dejan en la cocina que era completo y variado. Si una cosa era mala la otra fue muy buena.
Al día siguiente cuando quisimos hacer el check out, adivinen: Sí, esperamos harto rato en la recepción y tampoco había nadie. Tuvimos que dejar la tarjeta encima del escritorio y nos fuimos. Al parecer solo trabaja una pura persona y no da abasto.
Sólo les falta mejorar en el control en la entrada para destacar.