Las personas en recepción fueron muy amables. La limpieza de nuestra habitación fue terrible, no había toalla de manos, nunca recogieron los cojines del piso, se linitan a tender la cama sin sacudir. Desde que llegamos hasta que nos fuimos hubo un tenedor entre la cama y la pared, el mantenimiento es mínimo, las cortinas sucias y caídas, una lámpara no servía.