Este es un lindo hotel, con buena ubicación a 2 cuadras de la playa, con bella decoración regional y con cocina y los utensilios necesarios para una estadía en Bonaire. La mantención del edificio es impecable y el Internet funcionó de maravillas. El local es silencioso durante todo el día y en la noche, lo que siempre se agradece. Lo que a mi parecer falta, lo detallo a continuación: 1) fuimos recibidos por un batallón de zancudos y esto nos pilló despreparados en la primera noche. Hay que recibir los huéspedes con los departamentos fumigados, libres de insectos 2) El refrigerador funcionaba sin interrupción y con un ruido muy fuerte, lo que en la noche era difícil de llevar. Hablamos con la encargada, pero no hubo respuesta 3) El aire acondicionado no pudimos hacerlo funcionar el primer día, quedaron de enviar alguien a solucionar nuestra dificultad y no apareció: tuvimos que encontrar el código de funcionamiento, el que no nos fue informado al llegar 4) las camas matrimoniales son formadas con 2 colchones de 1 plaza, lo que no facilita mucho la vida conyugal 5) ayudaría también sustituir el TV antiguo y pequeño por uno mayor de pantalla plana 6) El aseo es 1 vez por semana, lo que me parece insuficiente 7) El stock de utensilios de cocina es sólo básico.