Ofrece una experiencia de gran nivel: el personal es excepcional, siempre atento y cordial, y las instalaciones están impecables, con habitaciones cómodas y elegantes.
Como punto a mejorar, la piscina es compartida con un club deportivo, algo que no se informa al reservar. Además, una cuerda separa un carril y limita su uso, incluso en horarios pico, cuando debería estar disponible.
Dato curioso: es el hotel de concentración de un importante equipo de fútbol argentino. Puede ser un plus si te interesa ver a los jugadores, aunque implica restricciones de acceso a algunas areas por seguridad privada.
Fuera de eso, sigue siendo una excelente opción en Buenos Aires.